domingo, 29 de enero de 2012

Trail running / 29-01-12 / El Desaparecido

Pues todavía ando por aquí, ni me he muerto ni he abandonado el deporte. He pasado una época de abandono, de falta de motivación y de ilusión. También varias lesiones han contribuido a un estado de apatía general. Y me he replanteado ciertas cosas.

A veces pienso por qué hacemos ésto. Por qué entrenamos buscando siempre una vuelta de tuerca más. ¿Necesitamos demostrar algo? ¿A nosotros mismos o quizás al resto de nuestro entorno? ¿Necesitamos un reconocimiento exterior que nos motive? ¿Se puede disfrutar de nuestra pasión por el deporte sin ponerse un dorsal?

Yo no tengo la respuesta. Lo que sí es cierto es que ahora voy un poco a mi aire. Como prueba en el horizonte cercano, la marató de Barcelona, aunque esta vez sin intención de hacer tiempo, sólo de disfrutarla. Por ello este año no seguiré ningún plan de entreno específico. En cambio, pretendo hacer más tiradas largas. A parte de eso no tengo nada previsto, nada que me obligue a entrenar. Entreno sólo porque disfruto con ello. Así de simple. Eso no quiere decir que no me busque retos motivantes. Los míos.

Hoy, he realizado una ruta largamente pensada. Es la clásica que he realizado muchas veces en BTT, sólo o en compañía de La Cobra. El circuito pasa por La Beguda Alta, St. Llorenç d'Hortons, St. Joan Samora, La Beguda Alta y cap a casa. Total 29 kms. Hoy, en cambio he cambiado las ruedas de la LAPIERRE por las zapatillas Mizuno.

Comienzo a correr a las o7:45 horas con bastante frio. Hay alerta meteorológica amarilla por posibles nevadas. Hace bastante frio como es de suponer. Sólo salir de casa oigo una bici por detrás. Es un mountain biker. Nos saludamos y seguimos nuestros caminos. Pienso (seguro que él también lo ha pensado): "¡otro sonao como yo!" Tiro hacia el depósito de La Vinya del Sastret.



En los últimos meses he hecho un par de veces el recorrido de la Cursa de l'Alba de Collbató (24 km subiendo a St. Jeroni -1237 m altitud), así que el recorrido de hoy, aunque más largo, no es tan duro.

Comienzo a ritmo suave engañando a las piernas, que aún dormidas, van recorriendo kms sin apenas darse cuenta. La verdad es que los kms van pasando sin notarlas. La primera vez que se quejan un poco es al subir la riera de Ca'n Esteve cuando ya llevo unos 8-9 kms. Llego al parque de St. Llorenç d'Hortons en 1h30'.

Paro un segundo, como un plátano y, sin tiempo a enfriarme, a correr otra vez. Al llegar a St. Joan Samora tomo un gel para prepararme para el duro tramo de subida hasta La Beguda Alta. Al llegar a la encrucijada donde abandono el camino rural asfaltado y se inicia la pista forestal, pienso que en BTT tardo unos 20' aprox en llegar a La Beguda Alta. Corriendo espero tardar como mucho 5' más. El gel ha hecho efecto (aunque está caducado desde hace un mes) y encaro la subida al ritmo más alto del dia. A mitad del recorrido diviso a dos bikers. Objetivo seleccionado. ¡Voy a por ellos! Es difícil porque hay algún tramo plano y algún otro en ligera bajada que hace que la distancia que les recorto aumente sin esfuerzo por su parte. Sin embargo, poco a poco les voy cogiendo. A falta de un par de rampas para La Beguda Alta los adelanto. Tan sólo un par de segundos. Nos saludamos y, al iniciarse un tramo de bajada, los pierdo. De todas maneras, objetivo cumplido.

Llego a La Beguda Alta pletórico. 20' exactos desde el camino rural. Voy a buen ritmo aunque con las rodillas, sobre todo la derecha, un poco castigadas. Paso por el cementerio, sigo hasta el puente de la via del tren y vuelvo por el camino paralelo a la via férrea.

Son las 10:43 horas. Llego a casa. 29 kms en 2h57'.

No hay línea de meta.
No hay música.
No hay espectadores animando (ni siquiera hay nadie en la calle).
No hay obsequios ni bocata.
No hay tabla de clasificación.

Mi mujer (que dormía cuando salí) me recibe:

- ¿Ya estás aquí? ¿Cuántos kms. has hecho?

- 29. -contesto.

- ¡Estás loco! -sentencia.

- ¡Quizás! -pienso yo. Puede que sí.

¡Bendita locura!