
Sin embargo su advertencia se quedó corta. La primera parte hasta la casita de la Heidi con algunas ramas en el camino, pero poca cosa. En cambio pasada la casita, el camino parecía Fallujah, árboles caídos cada pocos metros que cortaban el paso y te obligaban a sortearlos, algunos con bastantes dificultades.
A la vuelta hemos seguido por las barbacoas para estirar un poco más la salida. Total 45' con una primera parte de subida a ritmo rápido, pues Mulay se ha puesto a tirar como un condenado. He aguantado bien de todas maneras.
Cap de Colla y La Cobra venían también por detrás haciendo el mismo itinerario con algún percance incluido.
Por lo que se va viendo y diciendo, hay muchos maratonianos que esperan repetir el año que viene, incluída La Cobra que juraba y perjuraba que una y no más Santo Tomás.
Parece que las emociones han ganado la partida al sufrimiento.
También hay más de uno que se ha arrepentido de no haberla hecho y espera no fallar el año que viene (Mulay, Maestro, ¿Albertu quizás?).
En definitiva, si todo va bien, el año que viene la línea de salida de la marató puede estar copada por atletas del Never. La bola crece dia a dia.
Mañana descanso. A ver si la semana que viene me pongo ya en serio con la piscina que la tengo abandonada.

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