miércoles, 28 de abril de 2010

Trail running / 28-04-10 / STANLEY & LIVINGSTONE

Ayer, los famosos y osados exploradores Stanley & Livingstone descubrieron un nuevo camino, variante del Pim-Pam. Hoy han convencido a otros aventureros para embarcarse junto a ellos en una expedición rumbo a lo desconocido y no han sabido resistirse (más les hubiera valido).

Total que, al mediodía, a los dos exploradores:

se han unido, Albert, La Cobra, Maraton Man y Passenger. El camino comienza como el Pim-Pam pero luego, antes de la primera cadena, gira a la izquierda y desciende, con algún repecho de por medio, hacia las ignotas tierras del polígono industrial de la N-340.

Inevitablemente, todo lo que bajaban lo tendrían que subir a la vuelta, pues volverían a enlazar a pocos metros del camino principal, en la parte en que lo habían abandonado. Muchos ya se van temiendo lo peor y se están arrepintiendo de haber consentido participar en esta nueva aventura de Stanley & Livingstone, pero el mal ya está hecho.

Acaba la bajada y comienzan las penurias de la vuelta bajo un sol implacable, sin alimento y sin agua. Los buitres aguardan una presa.



El camino se retuerce y empieza a subir, repecho tras repecho, con algún descansillo que las piernas no parecen apreciar. Algunos aventureros ya se arrastran como almas en pena. Otros, un poco más sacrificados, prefieren vender cara su piel. Saben que hay que seguir adelante si no quieren servir de pasto a la carroña. Fieras hienas (¿o eran perros sanguinarios?) amenazan a los expedicionarios.

Por fin, cuando las fuerzas flaqueaban, tras un recodo y un repecho formidable, aparece el camino principal de vuelta a casa. La expedición se ha fragmentado inevitablemente y los que van en cabeza, deciden no esperar al resto del grupo, saben que su vida va en ello.

Poco a poco, llegan a la civilización. Ya sólo queda 1 km de bajada hacia el poblado. Les espera una buena ducha y refrescantes viandas.

La expedición llega a su fin sin haber causado ninguna baja (por poco) y habiendo descubierto un nuevo territorio del que han tomado posesión en nombre de Su Orgullosa Majestad Never Run Alone.

47' bajo un sol abrasador.

Se han ganado un buen descanso. Pronto nuestros esforzados aventureros partiran en busca de una nueva ruta y, cómo no, de nuevas aventuras. ¡Bravo por ellos!

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