sábado, 15 de mayo de 2010

Swimming & Bike / 15-05-10 / Simulacro triatlón y Lo putu Ratpenat

Hoy era del dia previsto para una primera (y última) toma de contacto con el neopreno y el mar. Finalmente nos hemos dormido en los laureles y no tenemos más tiempo para probaturas. El domingo de la semana que viene, el triatló olimpic de Gavà nos espera. ¡Que no nos pase ná!

A las 07:45 h nos reunimos Maraton Man y yo con el nen de Castefa (Blues Brother). Nos ha montado unos boxes de lujo. Dejamos las bikes a buen recaudo, y nos ponemos el traje de Batman.


Estreno de neopreno y de mono



¡Vaya pintas! Si nos vieran las parientas...


Lástima que no tuvieramos un fotógrafo para hacernos más fotos durante el agua, o de camino a ella. Durante los 300 m que había hasta el mar, la poca gente con la que nos cruzábamos nos miraba un poco raro.

Llegamos a la orilla, hace un poco de fresquito (¡cómo tiene que estar el agua!). El mar está movidito. Hay bastantes olas y también bancos de algas.

Nos ajustamos los neoprenos, nos mojamos un poco y ya, todo dispuesto, al agua. Vamos entrando y aquí se aprecia más la fuerza de las olas. El neopreno te protege de la temperatura del agua, pero no es hermético, el agua acaba entrando. Pero hay que ver lo bien que flotas con él.

Cuando ya hemos andado-nadado unos 100 m, comprobamos que hacemos pié en un banco de arena. Lo dejamos atrás y seguimos avanzando. Una vez bien lejos de la orilla decidimos que nadaremos paralelos a la orilla y luego volveremos.

La verdad es que las sensaciones no han sido muy buenas, no ha habido manera de encontrar un ritmo de nado, nos parábamos demasiado e incluso hemos salido un poco mareados del agua. Yo al menos no he pasado frio pero alguien se ha quejado de ello.

¿Cuántos metros hemos nadado? ¿Cuánto tiempo hemos estado? Pues metros no lo sabría decir, y tiempo, se me ha olvidado poner el cronómetro en marcha. Según Blues Brother, unos tristes 15 minutos. ¿Nada más? A mí me ha parecido más rato. El caso es que cuando ha surgido la idea de volver a la orilla nadie ha protestado. Ahora nos arrepentimos de no haber hecho algún triatlón esprint antes del olímpico. Pero la suerte está echada.

Salimos a tierra firme, y volvemos a boxes. El neopreno no ha salido tan fácil como me esperaba estando mojado. Habrá que practicar más. Hacemos una transición de 25 minutos como mínimo. Ahora todos estamos helados. Nos ponemos el traje de bikers y a rodar. Ahora toca probar el mono de triatleta y su badana, que a primera vista parece poca cosa. Luego hemos comprobado que funciona más que aceptablemente.

Hacemos el tramo de paseo marítimo hasta enlazar con las Costas del Garraf. Iremos a Sitges, volveremos y después ya veremos si subimos el Ratpenat o iremos a La Sentiu. Nada más entrar en Costas, enlazamos con una grupeta de unos 6 ciclistas con los que haremos todo el trayecto hasta Sitges. El ritmo ha sido alegre y nos hemos plantado en Sitges en un momento. Allí nos despedimos de la grupeta y volvemos por el mismo camino.

Ahora el ritmo también ha sido vivo. El viento ha dado la cara en algun tramo pero tampoco ha molestado en exceso. Llegando a Port Ginesta, Maraton Man nos esprinta para ofrecernos la visión de su culo (el cual no hemos visto en toda la vuelta de Sitges) y llegar el primero a la meta volante. Aquí paramos, Maraton Man se disculpa por no haber dado relevos anteriormente, y nos anuncia que aquí lo deja, que se va pa casa. ¡Que cabrón! Con razón se ha metido tamaño esprint, el muy canalla sabía que era el último esfuerzo.


Triatletas de paseo marítimo



¡Qué majos son!

Blues Brother y yo decidimos que acompañaremos a Maraton Man hasta el coche y luego subiremos el Ratpenat. Él ya lo ha subido más veces. Con la Trek tuvo que meter el molinillo. Hoy aguantaremos lo que podamos con el mediano, reservando el molinillo como último recurso. Yo estoy seguro que lo utilizaré, no tengo buenas sensaciones.

Despedimos a Maraton Man y nos encaminamos al Ratpenat. Son unos 6 kms. Al principio vas callejeando por la urbanización pero, poco a poco, la cosa se complica. Las primeras paellas ya te ponen las piernas calentitas. Vamos aguantando estas paellas con el mediano. En alguna, voy tan despacio, levantado del sillín y retorciéndome sobre la bici, que las rodillas me van tocando el manillar, a punto de tener que poner pié en cualquier momento.

Llega un momento en el que nos tenemos que rendir a la evidencia y poner el molinillo. Yo seguiré con él todo el ascenso. Blues Brother aún meterá el mediano más adelante.

Poco a poco, Blues Brother se me va yendo.


Ese puntito rojo al final de la rampa es Blues Brother


Esta parte es ya más llevadera, lo que pasa es que las primeras paellas ya te han destrozado las piernas, y no vuelves a recuperarte hasta la cima. Sin embargo, ésta llega antes de lo que me esperaba.


Aunque no se ven en la foto, juro que hemos subido en bici

Ahora toca bajar, con cuidado porque la velocidad es alta y las curvas cerradas. En un momento nos plantamos en el paseo marítimo y llegada a boxes sin novedad. Blues Brother ha hecho un buen trabajo con la logística, nos ha posibilitado que pudiéramos hacer el entreno de hoy.

Al final han salido 52 km a una velocidad media de 22 km/h. Nos ha faltado algo más de agua y, quizás, un poco de running al final para hacer la gracia completa.

Como conclusión, espero que las sensaciones en el mar mejoren con el tiempo. Esperemos por nuestro bien.

Mañana más (y esta vez mejor, seguro que sí)

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