A las 06:15 suena del despertador. Prefiero madrugar pues quiero empezar la ruta antes de las 08 h. Lo consigo por poco e inicio la marcha desde el mismo punto de la marató pirata. En 18'22" localizo (esta vez sí) el camí dels francesos y emprendo la ascensión a Sant Jeroni.
Con los máquinas de la marató pirata hicimos cumbre en apenas 58'. A ver cuánto tardo yo hoy. El camino está marcado con pintura marrón y también amarilla y blanca. Es bastante fácil de seguir aunque en una ocasión me he despistado y he tenido que volver sobre mis pasos.
Intento correr cuando se puede y, si no es posible, caminar al ritmo más rápido que puedo. Evidentemente voy a un ritmo más cómodo que el dia de la marató. Ésto, unido al tiempo que pierdo durante el despiste de la ruta correcta, hace que culmine la cima de Sant Jeroni (1236 m altitud) en 01 h 23 min desde la salida.
Salvo una pareja que emprendía la bajada desde la cima, no me he encontrado a nadie en todo el recorrido.
En la cima la soledad es absoluta. Hoy, por suerte, no hay niebla, aunque sí neblina en el horizonte. De todas maneras las vistas son impresionantes. Incluso produce un poco de vértigo si te aproximas a la valla.
Aprovecho para sacar fotos en todas direcciones. Creo que realmente vale la pena colgarlas.
!Qué diferencia al dia de la marató! Sólo veíamos niebla
Hoy solecito e incluso calor
El canal del mejillón (luego lo explico)
Bonito belénPor si alguien lo duda, ¡yo estuve allí!
Llevo la misma ropa que el dia de la marató. ¿Casualidad o jugarreta del subconsciente? Bueno, pues resulta que estaba yo absorto contemplando el espectacular paisaje y en la más absoluta soledad, cuando oigo un resoplido y el chirriar de un metal. Por más que miro en todas direcciones no veo a nadie. Es imposible que alguien se acerque pues tengo las escaleras a la vista. Increíblemente el ruido suena a mi espalda, desde el precipicio. Me acerco a la valla de protección y veo a un nota (José, luego nos presentaríamos) con un casco amarillo escalando el barranco ayudado por un cable anclado a la pared. En mi absoluta ignorancia de "pixapins", me he quedado alucinado.
Nos saludamos y me comenta que el itinerario que ha seguido es una "via ferrata" creo que me ha dicho que se llama Teresina.
Charlamos un poco y emprendemos la bajada. Yo vuelvo por el mismo camino y él comparte un trozo y luego se desvía. Me comenta que allá sobre los años 70 había allí mismo un restaurante (ahora afortunadamente no queda ni rastro) en el que era típico tomar de aperitivo mejillones y tirar el plato junto con los restos montaña abajo. Increíble pero cierto. De ahí toma el nombre el canal de la foto de más arriba. ¡Quien lo diría!
Me comenta que aún quedan vestigios de esa costumbre. Nos apartamos un poco del camino de descenso y lo compruebo fácilmente, varios platos rotos reposan en la ladera...
Seguimos un tramo de descenso juntos hasta que él tira en otra dirección. Voy bajando todo lo rápido que puedo que no es mucho. Creo que casi tardo lo mismo en bajar que en subir, pero son sólo sensaciones. En 43' estoy abajo. Sin embargo en el último tramo me he despistado y he accedido al camino de Can Jorba por otra lugar próximo al inicio del camí dels francesos.
Llevo 02 h 22 min de excursión y el Polar no me marca siquiera 10 kms. No estoy seguro de que el GPS marque bien la distancia yendo entre tanta vegetación, pero es posible que sí. De todas maneras, ahora toca correr un poco. Tiro dirección al restaurante La Vinya Nova y en el aparcamiento cambio de sentido para volver al punto de partida.
Voy pensando que me parecen pocos kms (en el Polar) pero las piernas me dicen que ya está bien por hoy. Seguro que no tardaré mucho en volver. Habrá que buscar nuevas vias...
Acabo en 02 h 50 min y con 14'4 km recorridos. Y, la verdad, bastante cansado. Por suerte me esperan
¡Calçots recuperadors!¡Aprende Eufemiano!
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